viernes, 27 de noviembre de 2015

teorizando sobre viajes



tomé todo lo que tengo y salí.
una mochila enorme con un pantalón, zapatillas, ojotas, remeras, un abrigo y una bufanda.
una navaja, el mate y varios libros.
una libreta para dibujar y la compu para escribirte.
plata, pasaje y pasaporte y a andar.

andar con fecha de salida y fecha de regreso, pero sin itinerario.
conocer a otros y conocerse a uno; sin pensarlo demasiado y sin dejarlo de pensar.
saber que el camino fue transitado por varios y va a ser transitado por mucho más.
saber que el camino, como el río de Heráclito, no va a ser el mismo dos veces.
y nosotros, que lo caminamos, no vamos a ser los mismos si lo recorremos conscientes.

saber que uno no tiene la capacidad de procesar todo en el momento.
que se necesita tiempo para explicarse por qué uno es tan feliz.
tener que volver, pero no irse nunca.
haber dejado pedazos de uno, llevarse cachitos de otro.
enterarse que el mundo es infinito; tenerlo, por un ratito, adentro de la mano.




La Higuera, Bolivia (julio 2015)

No hay comentarios:

Publicar un comentario