domingo, 24 de abril de 2016

la patagonia argentina + bibliografía viajera IV


la patagonia argentina fue siempre una sorpresa inesperada en mi vida viajera.
mi primer viaje sola fue ahí y sin las menores expectativas, quedé encantada a niveles insospechados.

tiene una magia, un encanto y una belleza de colosal tamaño.
la última vez que estuve por ahí fue en el Chaltén, capital nacional del trekking y senderismo, en la provincia de Santa Cruz.

este pequeño pueblo está lleno de caminos de montaña que te conducen hacia  maravillas de la naturaleza. en mi caso, parte del recorrido fue acompañado de un libro de Roberto Arlt, El país del viento. Viaje a la Patagonia -1934.

El nombre del libro no puede ser más atinado. La fuerza y la intensidad del viento por estas latitudes es asombrosa. Una siente que en cada camita se libra una batalla contra el viento y en más de una ocasión siente que uno perderá la partida y será arrastrada por él.

Sin embargo y a pesar de que la naturaleza tiene sus comportamientos crueles hacia el ser humano,  uno siempre llega a un valle, refugio de las inclemencias del viento y puede contemplar en paz y silencio la panorámica perfecta que hace posible la existencia de un Absoluto.

Como dice Arlt "Aunque todo es soledad y quietud, uno está acompañado por el espíritu de la montaña. Digo espíritu porque en la distancia de la llanura, la montaña alta, tocando con sus agujas semejantes a pararrayos el cielo celeste, produce la sensación de que a su sombra todos nuestros sentimientos tienen forzosamente que agrandarse. Y se experimenta por esta montaña un verdadero amor físico, porque ella es una fuente de emociones exquisitas. Por más que recuerde uno panoramas bellos y escenas repletas de arte, todo se destiñe y empobrece ante ella, y entonces uno se explica el origen de las mitologías, el origen del nacimiento de los gnomos y de los gigantes, la epopeya de los Nibelungos y el Kalevala. En estas montañas azul pavo real y marrón canela, la imaginación puede situar los imperios más extraordinarios, las fiestas fantásticas de más variados colores y, por momentos estas montañas tienen los cielos tan cerca de sus curvados bordes que se piensa que llegando arriba se puede ver al otro lado lo que ocurre en el cielo"



Laguna de los tres, El Chaltén, Santa Cruz, Argentina - Marzo de 2015


lunes, 18 de abril de 2016

bibliografía viajera III (compañerxs de viaje)


lxs compañerxs de viaje:
qué decir... se tarda un viaje en descubrir si funciona la pareja viajera o no.

varias cosas nos pueden dar indicios con anterioridad, pero sólo al viajar podemos saber si la combinación de personalidades funciona, se complementa, se sobrevive o es un desastre.

en una carta de Ernesto Guevara a su mamá, desde Cusco, en agosto de 1953, el Che habla en perspectiva comparada de Alberto y Calica, distintos compañeros en diferentes viajes al mismo lugar:

"Me di el gustazo por segunda vez y ahora a lo semibacán, pero el efecto es diferente, Alberto se tiraba en pasto a casarse con princesas incas, a recuperar imperios. Calica putea contra la mugre y cada vez que pisa uno de los innumerables zoretes, que jalonan las calles, en vez de mirar al cielo y alguna catedral recortada en el espacio, se mira los zapatos sucios. No huele esa impalpable materia evocativa que forma Cuzco, sino el olor a guiso y a bosta. Cuestión de temperamento.”


Cusco, Perú (casi como el primer amor) - enero de 2010


algunos borradores: la percepción del tiempo en el viaje



hace dos semanas devuelta a mis buenos aires, releo mi diario de viajes que dice:


"Me quedan dos o tres días de viaje, según cómo los contemos, y lo que pareció eterno y delirante terminó siendo genial.
Breve, no se. Cuando se viaja el tiempo entre en otra dimensión en la que rápido o lento se leen diferente.

La rutina hace que el tiempo pase más rápido y sin dejar huella. En cambio, la constante novedad de los viajes hace del tiempo algo fugaz y largo a la vez.
Los días en sí son breves, pero cuando se piensan en un presente parece haber pasado incluso más tiempo del que realmente pasó.
Estas tres semanas que ya se están terminando, fueron maravillosas y gran crecimiento.
El mundo, recorrer sus partes, es de las sorpresas más maravillosas que me pasaron en la vida.

Poder viajar sola, aunque acá y allá lo cuestionen, me enseñó a no dilatar los deseos por falta de compañía. Saber que nunca estamos del todo solos ni del todo acompañados (el absoluto nunca es categoría propia de los mortales) y que en todas las latitudes el ser humano puede hacer mierdas, pero también es capaz de los actos más nobles, de reírse y de tomar su cerve fría contemplando un atardecer."

(escrito el 30/03/2016, en el aeropuerto de Hanoi, Vietnam)


Lago Hoan Kiem, Hanoi, Vietnam - marzo 2016

bibliografía viajera II

recién me escribió mi vecino.
dice que esta semana no nos vemos porque en tres días se va de viaje.
cuando vuelva del viaje, se va a ir seis meses a trabajar al norte del continente.

y yo acá, en el sur del planeta, pensando que los viajes nos acercan el mundo pero nos alejan a las personas.

tal vez, es como dice Perec en su apartado referido al movimiento del libro "Especies de Espacios"

"Vivimos en alguna parte, en un país, en una ciudad de aquel país, en un barrio de aquella ciudad, en una calle de aquel barrio, en un inmueble de aquella calle, en un departamento de aquel inmueble.
Hace tiempo que tendríamos que haber cogido la costumbre de desplazarnos libremente, sin que nos costara.
Pero no lo hemos hecho: nos hemos quedado donde estábamos; las cosas se han quedado como estaban. No nos hemos preguntado por qué aquello estaba allí y no en otro sitio, por qué esto era así y no de otro modo.  Enseguida ha sido demasiado tarde evidentemente, ya hemos adquirido unas costumbres.  Empezamos a creer que estábamos bien donde estábamos.
Después de todo, se estaba tan bien aquí como enfrente.
Nos cuesta mucho cambiar, aunque sólo fuera cambiar los muebles de sitio. Mudarse supone toda una historia. Nos quedamos en el mismo barrio, y si cambiamos lo lamentamos.
Tienen que ocurrir cosas extremadamente graves para que consintamso en movernos: guerras, hambre, epidemias.

Es difícil aclimatarse.  Los que han llegado unos días antes nos miran por encima del hombro.  Nos quedamos en nuestro rincón con los de nuestro rincón; evocamos con nostalgia nuestro pueblecito, nuestro río, el gran campo de mostaza que se descubría al dejar la carretera nacional."
(resto del hermoso libro de Perec por acá!)

por cambiar esto,vecino; por elegir el movimiento, buen viaje!!



mi manera de fotografiar el movimiento. Montevideo, marzo de 2011


¿viajar sola o viajar acompañada?



mis primeros viajes fueron con mi familia. cuando arrancábamos el viaje mi papá ponía el contador en cero y se entusiasmaba haciendo kilómetros sin parar y rompiendo sus propios récords. Cuando volvíamos en vez de decir: "Conocimos el cerro de los siete colores" decía "Hicimos 1500 kilómetros en dos días".

conocer, no se si conocí lugares, pero si aprendí a leer los carteles de la ruta, a hacer pis en cualquier pasto, a llevar mucha comida en el auto, y a soportar laaargas horas sentada en el mismo sitio.

con mis amigas empecé a viajar a los 20 años, al principio de a muchas y después en tríos o dúos.
hace un par de viajes que mis amigas se casaron y tuvieron hijos y fue entonces cuando, sin pensarlo demasiado, empecé a viajar sola.

un amigo viajero decía que, cumplidas las tres "P", ya estaba el viaje: Plata, Pasaje, Pasaporte
en esa enumeración no se mencionaba la compañía y no porque los lugares bastasen en sí mismos.

Ver el Macchu Pichu, subir a la Torre Eiffel o caminar por Varanassi es lindo, es impactante y es materializar postales que uno tiene en la mente; pero para mi lo más lindo de viajar es compartir el trayecto.
Y lo cierto es que, aunque te subas al avión sola, viajar sola es el camino más acertado para no solo conocer lugares sino vivir la experiencia de conocer gente maravillosa y encantadora.

Si ya sos extranjera en un lugar (condición del ser humano en el mundo), viajar sola es ser doblemente extranjera y, tal vez por eso mismo el asombro original que nos puede provocar un lugar se vive doble y hasta triplemente: por conocer el lugar, por conocerte a vos y por la gente que podés encontrar.

Por eso, sobre la pregunta viajar sola o viajar acompañada, la respuesta es simple: todos son viajes y todos son geniales; nunca dejes de viajar ni de hacer nada, solo por empezar sola.


París, agosto de 2013